Archipiélago de Madeira

La Isla de Madeira es uno de los Archipiélagos de Portugal. Situada en medio del Océano Atlántico, bajo la línea del ecuador, a 500 km de la costa africana y a 1000 km del continente europeo, o sea a 1H30 minutos de vuelo desde la ciudad de Lisboa.

El archipiélago de Madeira es constituido por diversas islas: Isla de Madeira y Porto Santo (habitadas) y grupos de islas Desiertas y Salvajes (deshabitadas).

Madeira tiene un área de 741 Km2 (55Km de este a oeste y 25Km de norte a sur). La población es de unos 260.000 habitantes, de los cuales aproximadamente 120.000 se concentran en la capital, Funchal.

Esta isla es de origen volcánico, emergida de las profundidades del océano hace 5 millones de años. Fue descubierta en 1419 por los navegantes portugueses João Gonçalves Zarco, Tristão Vaz Teixeira y Bartolomeu Perestrelo.

Madeira presenta un relieve muy accidentado, con valles profundos y con barrancos espeluznantes, cubiertos de una exuberante vegetación, con paisajes únicos en el Mundo.

Todo ello aliado a un agradable clima, cuyos veranos son cálidos y los inviernos suaves, con temperaturas que oscilan entre los 16 en el Invierno y los 25 en el Verano, siendo por eso muy buscada por los turistas, durante el año entero para vacaciones.

Gracias a su ameno clima, Madeira ofrece un sinfín de actividades al aire libre, sendo las caminatas a lo largo de las levadas una de las más espectaculares. 

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Piscinas naturales de Madeira

Una de las muchas atracciones que ofrece la isla de Madeira, son sin duda las piscinas naturales. Son piscinas moldeadas en parte por el hombre, en parte por la naturaleza, que se extienden entre rocas volcánicas, albergadas al lado del mar, y que son llenadas por las aguas del Atlántico, a medida que las olas quiebran contra los rocas, haciendo caer una lluvia de espuma sobre los bañistas.

De una belleza extrema y de aguas cristalinas, estas piscinas de agua salada, son ideales para relajarse, nadar, tomar el sol, practicar buceo o simplemente para una visita. La temperatura del agua invita a zambullirse la mayor parte del año.

Estas curiosas piscinas naturales formadas por las corrientes de lava que emergieron de las profundidades del mar, presentan configuraciones de gran encanto y belleza, que delatan así los orígenes volcánicos de la isla. El color oscuro de las formaciones rocosas contrasta espectacularmente con el azul profundo del vasto Océano Atlántico.

Madeira ofrece variadas y bellísimas piscinas naturales con muchas actividades de diversión para adultos y niños. De las muchas existentes, se destacan las Piscinas Naturales do Porto Moniz y las Poças Doca do Cavacas situadas en Funchlal. 

La mayoría están adaptadas para recibir y atender a los visitantes , dispuestas con diversas infraestructuras de apoyo que ofrecen excelentes condiciones: espacio vigilado por socorristas, vestuarios con taquillas para guardar los bienes personales, excelentes condiciones de higiene, aparcamiento, bar con terraza, puesto de primeros-socorros, tumbonas, sombrillas y accesos para minusválidos.

Para los más aventureros, sobre todo si no llevan niños, hay piscinas volcánicas de aguas cristalinas, con buenas instalaciones y bar. Sin embargo, no tienen vigilancia. Con precaución siempre merece la pena sumergirse en la pureza de sus aguas.

Entre los magníficos hoteles que abundan en Madeira, algunos se sitúan tan cerca del mar, que además de las deslumbrantes vistas que proporcionan, poseen también maravillosas piscinas naturales.

Casi todas las piscinas estan junto a playas de rocas o de arena negra y algunas tienen acceso al mar mediante unas escaleras de cemento, lo que permite al bañista zambullirse directamente en las tranquilas aguas del Atlántico y disfrutar de unos dias de vacaciones inolvidables.

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El Aeropuerto de Madeira

El Aeropuerto de Madeira es la principal puerta de entrada de todos aquellos que vienen a disfrutar las vacaciones y descubrir los encantos ocultos de la isla.

El archipiélago de Madeira tiene dos aeropuertos - el Aeropuerto Internacional de Funchal y el Aeropuerto de Porto Santo. El aeropuerto de Funchal, también conocido por el Aeropuerto de Santa Catarina o por el Aeropuerto Internacional de Madeira, está localizado en el municipio de Santa Cruz, situado en el extremo este de la isla, a 16 Km de la ciudad de Funchal (10 minutos de autovia).

La construcción del Aeropuerto de Funchal fecha del año 1964. En aquél entonces tenía 1600 metros de largo. Pero debido a la incesante demanda turística, atraídos por la belleza y encantos naturales de esta maravillosa isla, hubo la necesidad de aumentar el aeropuerto. Entre el año de 1982 y 1986, se aumento la pista hasta los 1800 metros.

Como la gran afluencia de turistas venidos de todo el Mundo continuaba aumentando, la nueva pista necesitó pronto una nueva ampliación. En el año 2000, pasó de 1800 a 2781 metros, su tamaño actual. Esto fue logrado construyendo 180 pilares sobre el mar.

En lo que respecta a accidentes, hasta ahora afortunadamente sólo ocurrió un accidente en el aeropuerto de Madeira, hace 39 años, que costó la vida a 130 personas, cuando un avión de la TAP falló el aterrizaje, cayendo al mar. Entre las causas posibles se destaca las condiciones climatológicas y la poca largura de la pista, que en aquella altura sólo tenía 1600 metros. A partir de entonces, quedó claro que la ampliación de la pista era una necesidad urgente.

Actualmente el Aeropuerto de Funchal es seguro, pues posee una pista con garantias, donde cualquier avión puede aterrizar. Hay vuelos diarios y frecuentes entre Lisboa-Funchal (el vuelo dura aproximadamente 1 hora y 25 min), además de los varios destinos europeos y Caracas, con vuelos regulares y charters.

Varias compañías operan en este aeropuerto, tales como: TAP Portugal, SATA International y SATA Air Azores, EasyJet, Airberlin, Transavia, Jet2, TUifly, Thomson, Condor.

Autobuses y taxis conectan el aeropuerto con Funchal. Los autobuses salen con mucha frecuencia, entre las 7 h y las 20:45 h desde Funchal. Los taxis están cerca de la zona de llegadas, piso 0.

En el interior, hay stands para alquiler de automóviles de reconocidas compañías, como: Avis, Europcar, Hertz, Rodavante, Sixt y Guerin.

En el último piso hay un restaurante con una terraza que ofrece una espléndida vista para poder observar los aviones.

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Funchal

La Ciudad de Funchal es la capital de la Isla de Madeira, está habitada por aproximadamente 120 000 habitantes y tiene un área de 76 Km2. Se situa en la costa sur de Madeira, la costa más soleada, dispuesta en forma de un anfiteatro natural, rodeada de altas montañas y profundos valles verdes y por las aguas cálidas del Océano Atlântico. Es una de las ciudades más seguras y limpias de Europa.

De hecho, Funchal se enorgullece de haber sido la primera ciudad portuguesa en ganar el Galardón de Oro en el Concurso Europeo de Ciudades y Pueblos Floridos en 2000.

Con una temperatura amena que se hace sentir en toda la época del año, disfrutar de Funchal, tanto de noche como de día, es mucho más fácil. El bello paisaje, los monumentos históricos, las áreas comerciales modernas: cafés, bares, restaurantes, tiendas, hoteles; los paseos por las calles de calzada de adoquines, los maravillosos jardines donde despuntan flores a lo largo de todo el año, son algunas de las propuestas que tiene para ofrecer al turista.

El puerto, muy cerca del centro de la ciudad, es escenario de llegada y partida de los grandes cruceros, navíos y yates. Es muy común ver varios navíos de crucero atracados a la vez. Las aguas de la bahía de Funchal son también el lugar perfecto para practicar deportes nauticos.

En el paseo marítimo de la capital abundan las terrazas, óptimos locales de encuentro para un café , un helado o una buena comida. En el centro de este paseo se encuentra un velero que fue de los Beetles y ahora es una preciosa terraza.

La zona vieja de la ciudad situada un poco al este del actual centro, cohabita hoy en dia com un importante flujo turistico. Aquí podrás disfrutar de las cenas al aire libre, rodeado del sussurro constante del océano, para después, sobre todo los amantes de la noche, se adentren en la vida nocturna madeirense.

Funchal es una ciudad divertida y excitante a la noche, sobre todo el fin de semana. La elección es grande, desde frecuentar los bares y clubes abiertos de la medianoche hasta las 4 de la mañana, a las discotecas abiertas hasta a la 7 de la mañana...

Funchal tiene fiestas de merecida fama internacional por el esmero y empeño con que se realizan. La más conocida y una de las mayores del mundo es la exibición de los fuegos artificiales del Año nuevo, más allá de otras como el desfile del Carnaval, la colorida fiesta de la Flor, la fiesta de las vendímias.

El espectacular Fin de Año en Madeira es una fiesta que atrae a la población de toda la isla y turistas de todo el mundo, para vivir el ‘reveillon’ y todo el ambiente de fiesta que la isla proporciona en esta ocasión.

En Navidad las calles de Funchal ganan una nueva vida. Durante este periodo del año miles de bombillas de colores, adornan e iluminan desde las calles más altas y alejadas de la bahia hasta las más cercanas al mar, proporcionando en su conjunto una atmósfera tan especial, que transforma Funchal en una ciudad unica y mágica, que se funde com las miles de luces provenientes de los enormes cruceros atracados en el puerto.

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Madeira belleza natural

Las islas guardan siempre un conjunto de características únicas y peculiares que las hace diferentes en cualquier lugar del mundo y Madeira no es una excepción. El archipiélago de Madeira es un destino que permite disfrutar de una naturaleza inigualable.

El clima y los paisajes, son los principales atractivos de este archipiélago portugués. En Madeira se siente la naturaleza en todo su estado puro, la oferta paisajística es inmensa y diversa. Sus paisajes son de tal belleza, que más parece un sueño que la realidad.

Gracias a su situación geográfica y al clima, con temperaturas medias muy suaves que oscilan entre los 25ºC en el verano y los 17ºC en el invierno, Madeira es un destino que atrae a miles de turistas durante todo el año y sobre todo en el invierno a aquellos que huyen de los rigores del frío de sus países. Alguien afirmó que en Madeira la primavera es eterna.

Conocida también como la Perla del Atlántico, una isla de ensueño, el viajero que se aproxima queda inmediatamente deslumbrado con la grandiosidad de sus montes, la altura abismal de los acantilados, la profundidad dos sus valles, el relieve irregular y caprichoso de su suelo, la diversidad da su vegetación, rica en infinitas tonalidades de verdes.

El bosque de Laurisilva que recubre gran parte de la superficie del suelo de Madeira, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999.

Con un clima subtropical, Madeira es el paraíso ideal de las flores y frutos. Antúrios, orquídeas, aves del paraíso y una variedad inmensa de flores exóticas se exhiben por todas partes, en continúo festival de eterna primavera. Jardines y parques, así como muchos jardines particulares, carreteras bordeadas de hortensias y boj, son un espectáculo deslumbrante para la vista.

Recorrer las famosas Levadas y caminos creados por los antiguos pobladores para conectar entre sí las aldeas es una buena manera de sumergirse en la historia y en la naturaleza exuberante de la isla de Madeira.

En la frescura de sus parques floridos y en el festival permanente de su paisaje primaveral imponente y majestoso, Madeira isla de sol y aire puro, ofrece al turista la tranquilidad, reposo y la alegría de vivir.

Para quien busca sol y mar, en Maderia encontrará bellísimas piscinas naturales y las peculiares playas de arena negra y guijarros, donde podrá sumergirse en aguas cristalinas y sentir la frescura del agua y el calor del sol.

Lejos del estrés de la vida moderna, Madeira es un oasis de paz, donde aún es posible reencontrar el equilibrio perfecto para descansar y olvidar la rutina diaria.

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