Piscinas naturales de Madeira

Una de las muchas atracciones que ofrece la isla de Madeira, son sin duda las piscinas naturales. Son piscinas moldeadas en parte por el hombre, en parte por la naturaleza, que se extienden entre rocas volcánicas, albergadas al lado del mar, y que son llenadas por las aguas del Atlántico, a medida que las olas quiebran contra los rocas, haciendo caer una lluvia de espuma sobre los bañistas.


Piscinas naturales de Madeira

De una belleza extrema y de aguas cristalinas, estas piscinas de agua salada, son ideales para relajarse, nadar, tomar el sol, practicar buceo o simplemente para una visita. La temperatura del agua invita a zambullirse la mayor parte del año.
Estas curiosas piscinas naturales formadas por las corrientes de lava que emergieron de las profundidades del mar, presentan configuraciones de gran encanto y belleza, que delatan así los orígenes volcánicos de la isla. El color oscuro de las formaciones rocosas contrasta espectacularmente con el azul profundo del vasto Océano Atlántico.

Madeira ofrece variadas y bellísimas piscinas naturales con muchas actividades de diversión para adultos y niños. De las muchas existentes, se destacan las Piscinas Naturales do Porto Moniz y las Poças Doca do Cavacas situadas en Funchlal. 
La mayoría están adaptadas para recibir y atender a los visitantes , dispuestas con diversas infraestructuras de apoyo que ofrecen excelentes condiciones: espacio vigilado por socorristas, vestuarios con taquillas para guardar los bienes personales, excelentes condiciones de higiene, aparcamiento, bar con terraza, puesto de primeros-socorros, tumbonas, sombrillas y accesos para minusválidos.

Para los más aventureros, sobre todo si no llevan niños, hay piscinas volcánicas de aguas cristalinas, con buenas instalaciones y bar. Sin embargo, no tienen vigilancia. Con precaución siempre merece la pena sumergirse en la pureza de sus aguas.


Entre los magníficos hoteles que abundan en Madeira, algunos se sitúan tan cerca del mar, que además de las deslumbrantes vistas que proporcionan, poseen también maravillosas piscinas naturales.
Casi todas las piscinas estan junto a playas de rocas o de arena negra y algunas tienen acceso al mar mediante unas escaleras de cemento, lo que permite al bañista zambullirse directamente en las tranquilas aguas del Atlántico y disfrutar de unos dias de vacaciones inolvidables.